Os voy a contar un cuento....
En un lugar lejano, entre montañas había un papá y una mamá que amaban a sus hijos y vivían muy felices. Pero ese hogar, cada día y va perdiendo color, se iba volviendo más gris, no había colores, ni risas, no había ilusión,....
Por lo que decidieron irse cada uno por su lado.
El problema era, que papá y mamá querían a sus hijos por igual, entonces fueron a buscar al consejero de la aldea para encontrar una solución buena para todos. Por lo que se sentaron a dialogar e hicieron un pacto de adultos, decidieron formar dos hogares distintos, eso sí, cercanos uno del otro.
Escribieron que se comprometían a que los niños tuvieran las mismas normas, los mismos derechos, los mismos deberes y las mismas obligaciones. Además las casas estarían unidas por un tobogán arcoiris.
Hablaron con los niños para contarles lo pactado y que cada dos domingos usarían el tobogán arcoiris para viajar de lado a lado. Estos se pusieron muy contentos, porque ellos querían estar con los dos, no querían elegir, querían a su mamá ya su papá por igual.
Desde ese día, todos fueron muy felices. Empezaron a volver los colores, las risas, la diversión, la ilusión y sobre todo y lo más importante, el amor. Además los niños estaban encantados.
Os parece un cuento precioso verdad pues no es ningún cuento, es mi historia y la de mi hermana, nosotros vivimos así y somos muy felices. Todo esto es posible si los mayores no son egoístas y quieren ver a sus hijos felices. Os lo digo yo Raúl, que soy muy feliz en mis dos hogares.
Isa Soriano
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